Yolanda Díaz prevé oficializar en pocas semanas, según informa El Mundo. Tras más de un año diseñando su plan, la duda por despejar sigue siendo la misma que al principio del camino: cómo encajar en su proyecto a Podemos. Una cuestión que sigue generando incertidumbre entre los españoles, tal y como refleja el sondeo realizado por Sigma Dos para este diario.
El 28,3% de los encuestados, a día de hoy, empuja a la vicepresidenta segunda del Gobierno a «presentarse con su marca Sumar, independientemente de Unidas Podemos». Un porcentaje que representa a prácticamente la mitad de aquellos que responden (cuatro de cada diez prefieren no contestar a esta pregunta, especialmente los votantes del PP y de Vox).
En este sentido, los votantes morados discrepan del sentir general, a pesar de ser los que más participan en responder esta pregunta, y piden que la candidata de su espacio sea la ministra de Trabajo. La mitad de ellos considera que debe presentarse junto a su partido, a la par que 19,2% opina directamente que debería ser la nominada de su organización. Solo un 15,9% es proclive a la idea de que la vicepresidenta segunda monte tienda aparte con SUMAR.
Por su parte, los electores del PSOE son los que más quisieran ver a la ministra del Trabajo alejada del partido morado. El 39,2% apoya esta opción, muy igualado al 40,1% que quisieran que haga coalición con Podemos o que directamente sea la postulada de esta organización.
Mientras, Vox respira tras comprobar que el terremoto generado por la ruptura con Macarena Olona no ha afectado a la salud del aparato a pocos meses de los comicios. En el partido, tras diversos cambios en su cúpula, dan por concluida la crisis y ponen el foco en las elecciones autonómicas como antesala de un cambio de ciclo político a nivel nacional en el que Santiago Abascal puede tener la llave de la gobernabilidad. Para ello, Vox ha desgranado en los últimos días sus candidaturas territoriales y locales, basadas en el modelo Gallardo -perfiles técnicos y desconocidos en la política nacional- en lugar de seleccionar aspirantes mediáticamente potentes y con trayectoria en el Congreso, como se hizo con Olona en Andalucía.
La abogada del Estado presentará este enero su iniciativa legislativa popular (IPL) contra la «ideología de género» en el Congreso, y no decidirá si da el paso de presentarse a las generales bajo una nueva marca hasta conocer los resultados de Vox en mayo. Pese a que la mayoría de encuestados (55%) cree que no sería una buena candidata, Olona divide a los votantes de Vox: cuatro de cada diez (38,7%), por su parte, sí opinan que Olona sería una buena aspirante a la presidencia del Gobierno.