La intención de voto por el Partido Socialista en Castilla La Mancha y Extremadura ha disminuido respecto a las elecciones autonómicas de 2019 y los presidentes autonómicos, Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara, podrían enfrentar problemas para retener el poder.
Según el último panel de Sigma Dos para El Mundo, el apoyo a los socialistas cae 5,6 puntos en Extremadura y se quedarían solo con entre 29 y 30 escaños, por debajo de los 33 necesarios para la mayoría absoluta. Por ahora, siguen con la primera opción de gobierno, pero se verían obligados a pactar con Podemos, que conseguiría entre 4 y 5 curules.
El PP, por su parte, subiría de 27,5% a 35,4%, lo que le daría entre 26 y 27 escaños. Vox entraría por primera vez al parlamento autonómico con 6,9% de apoyo y 4 parlamentarios, a la vez que Ciudadanos corre riesgo de desaparecer al caer de 11,1% a 4,5%.
En Castilla La Mancha, la situación es similar. El PSOE bajaría 4,2 puntos porcentuales y obtendría entre 16 y 17 diputados, un escaño que puede cambiar por completo la situación. Si quedan en 17, García-Page podría revalidar su gobierno en solitario, pero si consiguen solo 16 el PP podría gobernar junto a Vox.
Los populares están actualmente con un apoyo de 34,2% y entre 14 y 15 escaños, mientras que Vox obtiene representación por primera vez al acumular 10,4% de apoyo. Ciudadanos, que cae de 11,4% a 3,5%, desaparecería.
García-Page y Fernández Vara no apoyaron la candidatura del presidente Pedro Sánchez cuando se postuló nuevamente como secretario general del PSOE. Después de su llegada a la Moncloa, el presidente de Castilla La Mancha se ha manifestado varias veces en contra de sus políticas.
Ambos son los políticos mejor evaluados en sus territorios y se considera que su caída en intención de voto está relacionada con el retroceso del PSOE nacional.