Los alemanes están llamados a las urnas el próximo domingo 26 de septiembre, en un escenario marcado por tendencias claras, pero también por la incertidumbre sobre quién remplazará a la mujer que ha liderado la economía más importante de la Unión Europea durante 16 años. 

Angela Merkel, que termina su gobierno con un índice de popularidad sin precedentes, ha estado al frente de Alemania (y, de facto, ha liderado la Unión Europea) durante crisis sucesivas que han redefinido el proyecto político europeo: la crisis financiera de 2008, la de refugiados en 2015, el Brexit, la tirante relación con Rusia o con los Estados Unidos durante la presidencia de Trump, y la pandemia de la COVID19.  

Pero la popularidad de Merkel en Alemania y en el resto de la Unión Europea no asegura para su partido, la CDU/CSU, la continuidad en el poder. 

Los sondeos muestran un escenario abierto, en un sistema electoral como el alemán, que hace casi imposible la formación de gobiernos monocolores y en el que las coaliciones son la norma. 

 

Promedio de encuestas en Alemania: ¿hubo un “efecto inundaciones”?

Hasta finales de marzo, la CDU/CSU se mantuvo por encima del 35 % de intención de voto. Los alemanes parecían premiar el trabajo de Merkel, la resiliencia económica del país y la gestión sanitaria del coronavirus. 

Pero la tendencia estable de la CDU/CSU en los sondeos se rompió en abril, con la confirmación de Armin Laschet como candidato a las elecciones generales, con una pérdida progresiva de preferencias de voto hasta alcanzar el actual 21 %. 

Paralelamente, el SPD, el socio menor de la Große Koalition de gobierno que lidera Merkel desde 2017, se mantenía a principios de año en el entorno del 15 % de las preferencias, y la caída en las encuestas de los conservadores desde abril no parecía beneficiarlos. De hecho, el SPD llegó incluso a ser superado en los sondeos por los Verdes, que durante unas semanas de mayo tuvieron una intención de voto del 25 % e incluso superaron a la CDU/CSU. 

Evolución del promedio de encuestas desde octubre de 2020 – Fuente: Politico Europe

 

Sin embargo, las históricas inundaciones que sufrió Alemania a mediados de julio y la escasa capacidad de movilización de Laschet parecen haber sido un punto de inflexión. 

Desde agosto, los sondeos reflejan el ascenso del SPD y de su candidato Olaf Scholz, actual ministro de finanzas y vicecanciller, hasta alcanzar esta semana un 25 % de intención de voto en las encuestas y ubicarse cuatro puntos por encima de los conservadores de la CDU/CSU.

En tercer lugar se ubican ahora los Verdes y su candidata Annalena Baerbock, con un 15 % de intención de voto, seguidos por el FPD (liberales de centro derecha) y el partido de extrema derecha AfD, ambos con un 11 % de las preferencias. En un lejano quinto lugar se encuentra La Izquierda (Die Linke), con un 7 % de intención de voto. 

Promedio de encuestas (izq.) y resultados de las elecciones de 2017 – Fuente: elaboración propia

 

Si los resultados terminan reflejando las encuestas, la posibilidad de una coalición tripartita entre el SPD, los Verdes y el FPD (que sumarían en torno al 50 % de los votos y alcanzarían la mayoría parlamentaria necesaria) parece probable. De hecho, ya ha sido ensayada en algunos gobiernos regionales. Pero, si se diera ese escenario, la distancia entre el SPD y los Verdes respecto del FPD en temas clave como la política impositiva augura negociaciones largas.  

Una victoria rotunda del SPD, por el contrario, podría abrir la posibilidad de una coalición de centro izquierda que incluyera a Die Linke, el partido considerado más o menos explícitamente como el heredero del comunismo de la antigua Alemania del Este. La opción de esta coalición de izquierdas ya ha encontrado cauce regional en Berlín, Thüringen y Bremen, pero, en el actual escenario de encuestas, parece menos viable. 

En todo caso, Alemania parece verse abocada una vez más a negociaciones de coalición. 

Paradójicamente, a días de las elecciones el socialista Olaf Scholz parece representar con más claridad la continuidad del legado de Merkel que la gris candidatura del conservador Aschet. 

Al mismo tiempo, los sondeos de los últimos 10 días muestran que la caída de la CDU/CSD se ha detenido y, en algunos casos, hasta se ve una remontada. En perspectiva, el actual 21 % de preferencias de la CDU representa una notable caída de 12 puntos respecto de los resultados de Merkel en 2017, y es probable que el resultado esté por encima de esa cifra. 

En todo caso, Alemania parece abocada a negociaciones de coalición, en un escenario abierto para el fin de la era Merkel tras cuatro mandatos, panorama que despierta enormes expectativas en Europa y el mundo, y particularmente en España. 

 

Román Espino

Analista de política europea e internacional de Sigma Dos