En un artículo publicado de IPMark, la directora general de Sigma Dos, Rosa Díaz, ha recalcado la necesidad de la investigación social en el actual contexto pandémico que estamos viviendo.
En su análisis, la directora general de Sigma Dos explica que “nunca habíamos vivido tantos cambios, ni tan acelerados en el tiempo, como desde la irrupción del COVID-19”. Hoy, más que nunca, en Sigma Dos tenemos conciencia de que la investigación es algo similar a un PCR social, un instrumento analítico que nos permiten comprender en qué medida el corpus investigado está afectado por este y otros fenómenos. Los objetivos y funciones de la investigación social en estos momentos son claros: “reducir la incertidumbre y ofrecer a la sociedad -en su totalidad, y también a nuestros clientes- una imagen realista, no deformada por la percepción inmediata, que tiene cada vez más peso y más capacidad de sesgo”.
Rosa Díaz también recalca la importancia de la mediación técnica y profesional entre la realidad y su percepción, que supone “el valor añadido de nuestro sector, y que afronta un doble desafío”. En primer lugar, nos encontramos en un momento en el que recogemos una sobreabundancia de datos, en gran parte provocado por la irrupción del mundo digital y sus nuevas formas de comunicación. Por tanto, nos encontramos también con el reto de dar forma a esa cantidad ingente de información bruta para evitar lo que advertía el sociólogo Jean-Pierre Dupuy: que “más información” pueda implicar “más información ausente” y menos conocimiento”.
Además, Rosa Díaz incide en la relación entre investigación y tecnología que “hoy opera en tres ámbitos: la adaptación organizativa y logística a una situación excepcional, la ampliación en la recogida de datos y la mayor capacidad para procesar esa tormenta de información”. Y es que el COVID-19 ha irrumpido y acelerado la etapa de transición y cambios que se estaba produciendo entre la investigación y la tecnología. En este sentido, Díaz transmite que estamos ante una nueva era donde “cambian los parámetros, el contexto, pero permanece la función y el método y la finalidad, a los que nos atamos profesionalmente como Ulises al mástil para no desviarnos del camino recto de la investigación”.
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