José Miguel de Elías, director de investigación y análisis de Sigma Dos, ha comentado en un reportaje publicado este jueves por El Mundo, y en el que han participado otros sociólogos de reconocido prestigio, el proceso de las encuestas en Estados Unidos y su dificultad para predecir el resultado con la victoria final de Trump.

De Elías destaca que, si las encuestas han fallado, ha sido en parte porque los partidarios de Trump eran conscientes de que su opción estaba socialmente mal vista. «Y para evitar esa vergüenza muchos no es que mintieran, es que declinaban participar en las encuestas. En un escenario muy ajustado, en una situación casi de empate al 50%, el no recoger el voto de esa gente puede llevar a patinar».Con el agravante de que, a decir del director de Investigación y Análisis de Sigma dos, cada vez más vivimos en sociedades profundamente divididas casi al 50%, sociedades partidas en dos. «Lo hemos visto en las recientes elecciones en Estados Unidos, en el Brexit o en España. Y eso hace más difícil las encuestas».

«Los sondeos en Estados Unidos decían que Hillary sacaría más votos y los ha sacado». Sin embargo admite que las encuestas no han hecho diana al vaticinar quién sería el ganador en cada uno de los distintos estados, lo que desencadenó que pronosticaran que las llaves de la Casa Blanca irían a manos de Hillary.

«Las mejores encuestas a nivel estatal o regional se hacen con muestras de 400 o 500 personas. Y en estados como Florida o Pennsylvania, en los que Trump se ha anotado la victoria por una mayoría muy estrecha, con muestras así de reducidas no es fácil acertar», añade de Elías, quien también reconoce que las encuestas, con frecuencia, tienen problemas a la hora de recoger con toda su intensidad los cambios de tendencia muy rápidos. Así, explica, tras los comentarios machistas de Trump las encuestas mostraron una subida importante del apoyo a Hillary Clinton.

«Pero en los últimos días ambos candidatos se igualaron. Ese movimiento se detectó, las encuestas mostraron cómo la distancia entre ambos candidatos se estrechaba y Hillary, que iba siete puntos por delante de Trump, reducía su ventaja a 1-3 puntos. Pero ese movimiento no se detectó con toda su intensidad porque es muy difícil», afirma.