El pasado domingo 29 de enero, el Partido Socialista Francés celebró la segunda vuelta de sus primarias a las que llegaron los candidatos Manuel Valls, ex Primer Ministro del gobierno de Hollande; y Benoît Hamon, el aspirante situado ideológicamente más a la izquierda y el que ha sido elegido finalmente como candidato al Elíseo con un 60% de los votos.
Las propuestas de Hamon -derogación total de la reforma laboral, la asignación de un salario universal o la transición ecológica, entre otras- se han impuesto a la visión más conservadora de Valls en el proceso de primarias que ha registrado uno de los resultados de participación más bajos de la historia del partido.
Pese a la victoria de Hamon, los sondeos electorales publicados no vaticinan buenos resultados para el Partido Socialista en las próximas elecciones. Todo apunta a que Marine Le Pen (Frente Nacional) y François Fillon (Los Republicanos) pasarán a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el 7 de mayo, con la posibilidad de que Emmanuel Macron (¡En marcha!) pueda alcanzarles. Más lejos y en cuarto lugar se situaría Jean-Luc Mélenchon (Francia Insumisa) con el apoyo del Partido Comunista, mientras que el PS queda relegado al quinto puesto en las encuestas.
No obstante, estos datos podrían variar debido a los últimos escándalos que está viviendo el país en torno al candidato François Fillon. El aspirante de Los Republicanos y su esposa están siendo interrogados por la policía gala debido a los supuestos empleos ficticios que habría realizado Penelope Fillon. Esta habría estado contratada por su marido durante ocho años cobrando dinero público.
Aunque François Fillon ha declarado que no piensa renunciar salvo que sea imputado, el candidato mejor situado para vencer a Le Pen ha perdido 16 puntos de popularidad desde que surgiese la noticia y actualmente más de la mitad de los franceses tienen una opinión negativa sobre él.