Un 64,8% de los españoles, casi 2 de cada 3, considera que se debe tener en cuenta el Plan de Calidad Institucional propuesto por el Partido Popular a finales de enero, de acuerdo a los datos de un estudio de Sigma Dos para El Mundo. La propuesta incluye diversos puntos, entre ellos que gobierne el alcalde que pertenezca a la lista más votada.

Un 51,7% respalda la idea de que gobierne la lista que sea la más votada en las elecciones, frente a un 34,5% que la rechaza, de acuerdo al estudio.

Que gobierne la candidatura que más votos recabe en las urnas cuenta con el apoyo del 79% de los votantes del Partido Popular; con el 67% de los electores de Ciudadanos y con el 55% de los de Vox. También una mayor cantidad de votantes del PSOE defiende esta propuesta. En concreto, un 48% frente a un 41,5% que la rechaza.

Los electores de Unidas Podemos, el socio minoritario del Gobierno son los más reacios a la idea. De hecho, a diferencia de los votantes del resto de partidos, ellos se pronuncian en un 61% en contra frente a sólo el 28% que se muestra a favor.

El plan de calidad institucional de los populares contenía 59 medidas más. Un buen número de ellas presentadas como garantía para la independencia de los organismos públicos, por ejemplo, el CIS o RTVE, la independencia de los altos tribunales y de la fiscalía e incluso medidas para apuntalar el papel del Legislativo sin interferencias abusivas por parte del Ejecutivo.

El plan, de primeras, es acogido favorablemente por los encuestados, hasta el punto de que un 65% considera que el PSOE debería tenerlo en consideración, estudiarlo y, en su caso, negociar las medidas más oportunas con los populares.

El 62% de los votantes socialistas se apunta a esta posición junto al 92% de los del PP, el 93% de los de Ciudadanos y el 74% de los de Vox. En esta ocasión, incluso la mayoría de los electores de Unidas Podemos se muestran conformes, aunque con muy poca diferencia respecto a los que se manifiestan contrarios: un 43% frente a un 41%.

El sondeo también cuestionó sobre otros asuntos, como la situación actual de Ciudadanos. Los votantes, incluidos los que aseguran haber optado por los naranjas en los últimos comicios, se muestran muy escépticos. Sólo un 13% opina que podrán mantener representación en los ayuntamientos, frente a un 76% que cree que no la tendrán. Entre sus simpatizantes también reina el pesimismo: un 18% cree que logrará representación pero un abultadísimo 80% opina lo contrario.

La ayuda que presta Marruecos en las cuestiones que más preocupan a España -lucha contra la inmigración ilegal y combate contra el yihadismo- es insuficiente. Esto es lo que opina la gran mayoría de los españoles: un 72,4%. La colaboración de Rabat en estos dos ámbitos deja mucho que desear para los votantes independientemente de su afinidad ideológica. No obstante, el rechazo aumenta en el caso de los votantes del bloque de la oposición: en desacuerdo con el nivel de ayuda de Rabat se manifiesta el 83% de los electores del PP; el 81% de los de Vox y el 88% de Cs.