El miércoles 3 de mayo tuvo lugar el último gran debate televisivo que enfrentó a los dos candidatos que participarán en la segunda vuelta de las elecciones francesas. Es la primera vez en la historia política francesa que una candidata de extrema derecha a la segunda vuelta de las presidenciales participa en un debate cara a cara: en 2002, cuando Jean-Marie Le Pen superó la primera vuelta, Jacques Chirac –su oponente conservador- se negó a debatir con él.

Marine Le Pen y Emmanuel Macron protagonizaron un debate de dos horas y media en el que primó la crispación, el recurso al miedo del electorado, la oposición al “establishment”, a Europa y la globalización (Le Pen) y la postura moderada, reformista, pro-europea (Macron). El debate ha acentuado la polarización del escenario político francés que comentábamos en nuestro último post.

“Mediocre”, “brutal”, “desordenado”, son algunos de los conceptos con los que los medios franceses describen el encuentro. Hasta el padre de la candidata del Frente Nacional declaró que Marine Le Pen ha carecido de la altura suficiente a la hora de debatir, y aseguró que “si fuese el árbitro, diría que se trata de un partido nulo”.

En el contexto de un debate cargado de acusaciones mutuas entre los candidatos, los medios han escrutado cuidadosamente los “intox” de ambos candidatos, la información de veracidad dudosa o de imposible comprobación. Así, por ejemplo, Le Figaro identificó 13 “intox” de Le Pen frente a 2 de Macron.

Los ataques personales marcaron particularmente el discurso de Le Pen, con su estrategia de “Trumpizar” el encuentro. La candidata del Front National ocupó la primera hora atacando insistentemente a su adversario. Entre los temas sobre los que Macron y Le Pen divergieron más agudamente se cuentan la Unión Europea, la seguridad, el terrorismo, el desempleo, los impuestos y la identidad nacional.

Según un sondeo realizado por BFMTV, el 63% de los espectadores encontraron a Macron como el más convincente. Entre quienes votarían al Front National, solo un 12% consideró al candidato de En Marcha! como más convincente, mientras que entre quienes votarían a Macron, apenas un 3% consideró a Le Pen como la más convincente.

En lo que tiene que ver con Francia Insumisa y los electores de Melenchon, dos tercios consideran a Macron el más convincente, mientras que el restante 30% se posiciona del lado de Le Pen. Con proporciones más equilibradas, un 58 % de los electores de Fillon considera a Macron como el más convincente, frente a un 38% que se inclina por Le Pen.

En lo que tiene que ver con la credibilidad y el apoyo del electorado de cara al proyecto político de los candidatos, un 64 % de quienes respondieron a la encuesta votó en favor de Macron, frente a un 33% que eligió a Le Pen.

Tanto las redes como los medios franceses se hacen eco no solo de los ataques lanzados durante el debate sino también de las reacciones de la sociedad francesa. El domingo conoceremos el resultado de la segunda vuelta de unas elecciones cruciales para Francia y para el futuro de la Unión Europea.