Como se dice en el país del norte: This is it and now get out the vote, esto es todo y ahora a por el voto. Veamos algunas cuestiones que pueden resultar decisivas en estas históricas elecciones.
El voto anticipado y por correo
La frase Get out the vote! no es del todo aplicable en este ciclo electoral. Y es que no quedan ya tantos votos a por los que ir: a medianoche de ayer, más de 95 millones de ciudadanos estadounidenses habían votado anticipadamente o por correo, lo que representa un extraordinario 70 % del total del voto combinado de 2016.
En algunos estados, el voto anticipado o por correo casi supera el total del voto de 2016: en Georgia, North Carolina, Florida, el número de ciudadanos que ya votaron equivalen a más del 93 % del total de los que votaron 2016; en Texas, el voto anticipado equivale a nada menos que el 108,3 % del total del voto de hace cuatro años.
¿Qué indica este nivel sin precedentes de voto anticipado? Por un lado, la pandemia del coronavirus ha obligado a que los estados favorezcan el voto por correo. Pero también estamos ante una movilización récord del electorado que no se explica solamente por el virus.
Con este nivel de voto anticipado, se podría llegar a unos 150 millones de votos, o un 65 % del electorado. De darse esta cifra, veríamos un nivel de participación que se dio por última vez en… 1908 (la última elección en que hubo más de un 60 % de participación se dio en 1968, cuando Richard Nixon fue elegido presidente).
Por otra parte, se multiplicarán casi con seguridad las impugnaciones y retrasos en los resultados finales de algunos estados sin tradición de voto por correo, como el crucial estado de Pennsylvania. A menos que alguno de los dos candidatos sume resultados firmes a su favor en algunos estados como Florida, Georgia, Arizona, North Carolina (y esto podría saberse sobre las 2 o 3 de la madrugada, hora de España), es plausible que no se sepa quién ha sido elegido presidente hasta bien entrada la semana.
Los estados clave
Ya analizamos aquí el papel que los estados del Medio Oeste estaban llamados a jugar en 2020. También vimos aquí algunos estados tradicionalmente republicanos como Arizona y Georgia que podían votar demócrata por primera vez en décadas.
El sprint de los candidatos en el fin de semana indica que estos dos conjuntos de estados son cruciales otra vez, y sobre todo los del Medio Oeste.
Las campañas de Donald Trump y Joe Biden se han volcado en una auténtica carrera de mítines en el antiguo “blue wall” demócrata, el cinturón industrial de Wisconsin, Michigan y Pennsylvania que Donald Trump sorpresivamente ganó en 2016 (y, con ellos, la presidencia) por un margen de menos del 1 %.
¿Qué muestra el promedio de encuestas estatales de 2020 y cómo votaron estos estados en 2016?
El camino a los 270 votos electorales necesarios para ganar la presidencia pasa por estos estados, y más aún por Pennsylvania y sus 20 votos electorales, en el caso de Donald Trump.
Según el promedio de encuestas y la tradición de voto de los estados, Biden tendría más o menos asegurados unos 212 votos electorales, y Donald Trump 125. De todos los estados «no seguros», en 8 las encuestas dan un cierto margen a Biden (incluyendo Pennsylvania), y en otros 7 (incluyendo gigantes como Florida) podría ganar cualquiera de los dos candidatos:
Escenario según tradición de voto y promedio de resultados de las encuestas por estado
Si suponemos que Donald Trump se lleva todos los “toss-ups”, es decir, los estados en los que los resultados de las encuestas muestran un final abierto (como Ohio, Georgia, Texas, el segundo distrito de Maine, North Carolina, Florida y Iowa), aún le faltarían 22 votos electorales:
Escenario con Trump ganando todos los estados con un resultado muy ajustado en las encuestas
Para obtener esos 22 votos electorales Trump necesitaría ganar también una combinación de, al menos y sobre todo, Pennsylvania y Arizona, o Michigan y Wisconsin. Recordemos que en 2016 Trump ganó en Wisconsin por solo 22.748 votos, en Michigan por apenas 10.704 votos, y en Pennsylvania por 44.292 votos, en gran medida por la desmovilización del electorado demócrata:
Resultados por estado en 2016, con detalle de Wisconsin, Michigan y Pennsylvania
Si Joe Biden ganara Pennsylvania (estado donde nació, por otra parte) y conservara todos los estados en que Hillary Clinton ganó en 2016, el camino de Donald Trump al Colegio Electoral no sería imposible, pero sí muy, muy estrecho.
Ciertamente, los candidatos, sobre todo Biden, tienen diversas combinaciones para ganar el Colegio Electoral. Pero todos esos caminos pasan por el Medio Oeste y por el voto anticipado.