Después de más de dos meses de bloqueo político en el país y la amenaza de Sergio Mattarella de convocar nuevas elecciones, parece que Italia emprende el rumbo hacia la formación de un nuevo Ejecutivo: el Movimento 5 Stelle (M5S) y La Liga han iniciado negociaciones in extremis para conseguir acercar posturas, abocados a la formación de un nuevo Gobierno.
El vacío político ha sido la principal máxima en Italia tras las pasadas elecciones del 4 de marzo, en las que ninguna de las formaciones políticas alcanzó la mayoría necesaria para la formación de Gobierno. Este espacio político fragmentado condujo al Presidente de la República a anunciar su intención de convocar nuevas elecciones. La advertencia ha servido de aviso a Luigi Di Maio (M5S) y Matteo Salvini (La Liga) para emprender negociaciones y acercar posiciones tras meses de desacuerdo.

Las nuevas negociaciones se han abierto tras la promesa de Silvio Berlusconi (socio de coalición de la Liga y con el que el M5S se negaba a formar Gobierno) de no imponer ‘vetos o prejuicios’ y de permitir a sus aliados negociar con el M5S, aunque adviertiendo que Forza Italia no votará a favor de este probable Ejecutivo.
Los representantes de M5S y La Liga tendrán que llegar a un acuerdo respecto al programa de Gobierno, ya que aunque ambos partidos coinciden en su euroescepticismo y su tendencia antisistema, así como en cuanto a políticas de inmigración o de reforma laboral, es poco probable que se llegue a un acuerdo sin renuncias en el ámbito económico.
De momento, la confianza está puesta en que ambos partidos consigan llegar a un pacto que permita iniciar un nuevo Gobierno. Di Maio y Salvini se tendrán que presentar el próximo lunes ante Mattarella para proponer una lista ministros y un Primer Ministro, cargo que presumiblemente ocupará el actual portavoz de la cámara baja, Giancarlo Giorgetti de La Liga, después de que los líderes de M5S y La Liga dieran un paso atrás y se reserven las carteras ministeriales más relevantes.