Este domingo 7 las elecciones francesas vuelven a captar la atención pública europea. Con la segunda vuelta de las elecciones presidenciales se recrudecen los discursos de los dos candidatos: Le Pen acusa a Macron de ser el candidato de la banca, y Macron replica que ella es anti-Francia.

El día del trabajador ambos dieron el último gran mitin: en la misma ciudad (París), a 25 km y tan solo con 5 horas de diferencia. Los dos candidatos se apoyan en la estrategia del miedo: Le Pen, contra el establishment y la “continuidad” de Macron; este, contra Le Pen y el extremismo del Frente Nacional.

Los sondeos más recientes llevados a cabo por los institutos Odoxa y Kantar Sofres-OnePoint para Le Point y Le Figaro indican una clara ventaja para Macron, de casi 20 puntos: 59% vs. 41%.

En ambos casos, la distancia entre los dos candidatos se redujo levemente en relación con anteriores sondeos, aunque no tanto como para que el candidato de En Marcha! pierda su condición de “claro favorito”, como escribe el conservador Le Figaro.
Tanto Le Pen como Macron están obligados a amplificar su radio de posibles electores. Macron se acerca, cauteloso, desde el centro, buscando atraer a los votantes de la izquierda y la derecha. La candidata de extrema derecha también sigue la misma estrategia, aunque con un campo de acción mucho más reducido, con los estigmas de extremismo y racismo asociados a su apellido y a las siglas del Front National.