Los estadounidenses irán mañana a las urnas para elegir a toda la Cámara de Representantes, a 35 de los 100 senadores, a 36 de 50 gobernadores y a alcaldes de varias ciudades importantes. La elección marca la mitad de la presidencia del demócrata Joe Biden, cuyo liderazgo podría quedar seriamente comprometido si el Partido Republicano obtiene la victoria que pronostica la mayoría de encuestas.
Según la media de sondeos de Real Clear Politics, el 54,9% de los ciudadanos desaprueba la gestión de Biden y dos de cada tres consideran que la situación del país es negativa. Los números han mejorado respecto a julio, cuando el rechazo al presidente demócrata alcanzó el 57,5%, pero no lo suficiente para que su partido encare con optimismo la votación del 8 de noviembre.
El estado de ánimo negativo de los estadounidenses está especialmente marcado por la mala situación económica, que se ha convertido en uno de los temas fundamentales de la campaña. Según el mismo promedio de encuestas, el 58,3% rechaza la gestión de Biden en esta área y el 61,3% le reprocha que no ha sabido controlar la inflación.
Para contrarrestar la situación, el partido demócrata ha alzado la bandera de los derechos sociales, especialmente el tema del aborto después de que la Corte Suprema permitiera este año que los gobernadores lo ilegalicen en sus estados si así lo desean.
De acuerdo a las proyecciones del sitio web fivethirtyeight.com, desarrollado por un equipo de estadísticos y periodistas liderado por Nathan Silver, actualmente la probabilidad de que los republicanos ganen la Cámara de Representantes es de un 82% y la probabilidad de que conquisten el Senado es de un 54%.
A día de hoy las dos cámaras son controladas por los demócratas con un margen muy estrecho: en la cámara baja por apenas 8 representantes y en el Senado hay un empate a 50 que la vicepresidenta, Kamala Harris, inclina a favor de su partido por ser, según la ley, la encargada de dirigir la Cámara Alta.
El día después
Si los republicanos obtienen el control total del Legislativo podrán bloquear la mayor parte de las iniciativas del presidente Biden en los dos años que le quedan de mandato. Debido a su edad y la delicada situación de su imagen, algunos analistas consideran posible que no se presente como candidato a la reelección en 2024.
Entre las gobernaciones que estarán en juego en la noche del martes hay varias competencias cuyos resultados podrían impulsar a distintas figuras políticas de cara a la carrera por la presidencia.
En el lado republicano, Ron De Santis, gobernador de Florida y muy querido por los simpatizantes de Trump, se espera que sea reelegido fácilmente. Por su parte, en California, Nuevo México y Michigan, se espera que Gavin Newson, Michelle Lujan Grisham y Gretchen Whitmer obtengan nuevamente victorias holgadas.
El expresidente Donald Trump también ha estado muy activo apoyando a gobernadores, senadores y representantes durante la campaña electoral. Según algunos reportes, podría anunciar su candidatura presidencial en pocos días si los republicanos obtienen una gran victoria.