Las mujeres y los hombres se comportan de la misma manera cuando llegan a ser jefes. Eso piensa la mayoría de los españoles, según un estudio hecho por Sigma Dos para la revista Yo Dona.

No es extraño entonces que compartan los mismos defectos en opinión de los subordinados: ambos les trasladan su nivel de autoexigencia.

Sin embargo, los encuestados identifican cualidades diferentes entre los jefes de cada sexo. Mientras de ellas se destaca su capacidad de empatía, de ser buenas comunicadoras, de ser integradoras y de valorar la conciliación, de ellos se subraya su potencial para saber escuchar y explicarse y su firmeza a la hora de tomar decisiones.

Por otro lado, la mayoría admite que sigue habiendo prejuicios contra las mujeres que ostentan el mando, percepción que tiene el 51% de los hombres y el 55% de ellas.

Entre estos prejuicios señalan que están infravaloradas y no se las respeta lo suficiente, que son objeto de machismo y que no se comportan con la suficiente autoridad. De igual forma, se les acusa de soportar peor las tensiones y de llevar los problemas al terreno personal en situaciones de conflicto.