La Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) organizó el 9 de marzo la jornada: “Mujeres poderosas. Reflexiones en torno al poder femenino”, en la que participaron mujeres líderes de ámbitos clave para avanzar en el progreso de las mujeres, como la educación, la política y la empresa.
En el encuentro intervinieron Imelda Rodríguez, Rectora de la UEMC; Silvia Clemente, Presidenta de las Cortes de Castilla y León; y Rosa Díaz, Directora General de Sigma Dos. También participaron José Luis Concepción Rodríguez, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, y el periodista y analista político Antonio Naranjo. En el coloquio posterior, participó el Consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, Fernando Rey. Todos ellos reiteraron su compromiso con la presencia de la mujer en ámbitos de poder.
La necesidad de alcanzar una sociedad verdaderamente igualitaria, eje del diálogo, fue el centro del documento Decálogo para impulsar y transformar la visibilidad del poder femenino, presentado por la UEMC, y en el que se compendian aportaciones de los participantes sobre aspectos como la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, la educación o la conciliación laboral.
“La igualdad debe empezar por la educación desde temprana edad, y tenemos que cambiar la forma de ver la ambición de una mujer, que aún no está bien vista. En Sigma Dos la mitad más uno son mujeres”, destacó Rosa Díaz durante su intervención. La Directora General de Sigma Dos señaló que la ambición por llegar a puestos de responsabilidad y de poder, tanto en la empresa como en otros ámbitos, no está bien visto en las mujeres, algo que no ocurre en el caso de los hombres. Díaz también recalcó que ser una alta directiva es compatible con la maternidad y que la dicotomía que enfrenta responsabilidad y vida familiar es un tanto artificial. Puso como ejemplo su propio caso, describiendo la relación que mantiene con su hija: «El diálogo constante con los hijos ayuda a compensar el tiempo que no se les pueda dedicar en el día a día», afirmó.